Como sabemos por los antropólogos del pasado siglo, el mito aporta cohesión social, inviste de dignidad el status quo ( nuevos ritos, nuevos mitos) y crea una identidad que define al grupo frente a otros grupos. En su Antropología estructural, Lévi-Strauss nos advertía que en las identidades generadas por el mito “la humanidad cesa en las fronteras de la tribu, del grupo lingüístico, a veces hasta del pueblo; al punto de que gran número de poblaciones llamadas primitivas se designan a sí mismas con un nombre que significa “los hombres” (...), implicando así que otras tribus, grupos o pueblos no participan de las virtudes o aun de la naturaleza humana”.
Es decir, que el nombre de la tribu en la lengua de la tribu, significa los seres humanos verdaderos, aquellos que han sido instituidos y santificados por el mito, aquellos que auténticamente conocen “el nombre que los ancestros pusieron a las cosas para que nosotros habláramos”, con lo que la humanidad se encierra “en las fronteras de la tribu”.
¿Pero es qué acaso queremos ser una nueva tribu de bárbaros anti-civilización, la nazón de Breogan y encerrar así a la humanidad en el telón de grelos?
Mitos no,Sres. políticos. Neolengua tampoco, grazas!
2 comentarios:
Acabamos de incluir un anuncio de este blog en Radicales Libres (www.radikaleslibres.blogspot.com)
Felicitaciones.
Gracias Libelista,aunque no me hago ni idea de que expectativas puedo defraudar.Aún estoy aprendiendo lo más básico de este artefacto. Al principio me despistó tanto la respuesta de Rouco que pensé que era una broma. Las distancias son gestálticas
Publicar un comentario